CPA FERRERE
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¿Pasó lo peor?: Uruguay ante los cambios políticos y económicos que desafían a los emergentes

En el marco de la reunión de clientes del Servicio de Análisis y Pronósticos Económicos realizada en el auditorio del Edificio FERRERE, los economistas Alfonso Capurro y Gabriel Oddone disertaron sobre las innovaciones en el ámbito internacional tras la victoria de Donald Trump y su impacto sobre Uruguay y la región.

En primer lugar, Capurro destacó el impacto que podrían tener las políticas anunciadas por el presidente electo (principalmente en lo que refiere al comercio y a la política fiscal) sobre las expectativas de inflación y sobre el timing del proceso de normalización monetaria de la Reserva Federal. En este sentido, luego de ocho meses de pausa financiera, la victoria de Trump introduce un foco de incertidumbre a nivel global y aumenta la probabilidad de que la suba de tasas de interés se procese de forma menos gradual de lo previsto. En consecuencia, la transición financiera hacia un mundo de dólar fuerte, tasas altas y condiciones de acceso a financiamiento más comprimidas se aceleraría, como refleja la corrección que exhibieron las paridades, los precios de la deuda en economías emergentes y otras variables financieras que han tenido impacto sobre los flujos de capitales hacia países emergentes. En un horizonte de mediano plazo, y teniendo en cuenta el estancamiento actual del comercio mundial, un rebrote proteccionista como el que anticipó Trump durante su campaña podría comprometer el repunte de la dinámica comercial global. En materia de commodities, la trayectoria reciente de los precios sugiere que las innvoaciones en Estados Unidos no afectaron los precios de las todas las materias primas, sino que su impacto se reflejó en mayor medida sobre los precios de los commodities metálicos, que reaccionaron al alza ante las expectativas de las inversiones en infraestructura anunciadas en el marco del programa de estímulos fiscales.

En lo que refiere a la región, el economista señaló que los datos al tercer trimestre han sido peores de lo esperado, tanto en el caso de Argentina como de Brasil. En consecuencia, las expectativas de crecimiento para 2016/17 se corrigen a la baja y el balance de riesgos se deteriora, de forma consecuente con las nuevas condiciones financieras globales.

En el plano local, Oddone analizó el desempeño reciente de la actividad y los principales equilibrios macroeconómicos. Respecto a lo primero, el mercado laboral mejora por segundo mes consecutivo en octubre, lo que junto al fortalecimiento que exhibió el peso uruguayo entre marzo y noviembre, apuntala el consumo durante la segunda mitad del año. En la misma línea, varios indicadores adelantados evidencian señales de recuperación para el tercer trimestre, aunque las señales sectoriales todavía son ambiguas. En efecto, los datos sugieren que el 2016 terminará siendo mejor de lo previsto, aunque el cambio del escenario internacional desafía la recuperación hacia 2017, lo que se refleja en una leve corrección a la baja de nuestras proyecciones de crecimiento para ese año. En relación a los principales equilibrios macroeconómicos, Oddone resaltó que la política económica aprovechó la pausa financiera para actuar en el frente fiscal y logró revertir el deterioro, lo que supone un importante activo de cara a los cambios en el escenario internacional post Trump. Al mismo tiempo, la inflación acumula seis meses consecutivos de moderación interanual, fenómeno que responde principalmente a la desaceleración de los componentes transables ante la apreciación del peso. Sobre este último punto, el economista destacó que el peso uruguayo fue de las monedas que más se fortaleció en 2016, y que actualmente se deprecia más lento en el marco de la corrección global de paridades posterior a las elecciones norteamericanas. Hacia adelante, se espera que el tipo de cambio real se deprecie gradualmente dados los fundamentos reales y financieros que imperan actualmente.